Una nueva tendencia de TikTok llamada “núcleo de subconsumo” está ganando terreno en línea. Esta tendencia defiende el minimalismo y la frugalidad y anima a las personas a maximizar la utilidad de sus compras y comprar sólo lo que realmente necesitan, desafiando la cultura del consumismo.
En lugar de exhibir grandes cantidades de ropa, maquillaje o estantes de refrigeradores desbordados, los usuarios publican videos que muestran compras en tiendas de segunda mano, guardarropas modestos y artículos cotidianos prácticos y bien usados.
El aumento de esta tendencia puede vincularse a varios desafíos que enfrentan los jóvenes hoy en día, incluidas las crecientes presiones económicas, preocupaciones ambientales y presiones sociales, todas las cuales afectan particularmente a la Generación Z y a los Millennials más jóvenes. Si usted también se siente en apuros económicos, esta tendencia podría resonar en usted.
De manera similar a la tendencia de desinfluencia, el subconsumo también parece ser una reacción al consumo excesivo, especialmente la forma en que los influencers lo han normalizado publicando videos de recorrido. Al promover el subconsumo, los usuarios en línea rechazan y rechazan este aspecto de la “cultura de los influencers”.
Nadie tiene entre 20 y 30 años y se ve igual. Es posible que esté ahorrando para una hipoteca o simplemente tenga dificultades para pagar el alquiler. Podrías estar deslizando aplicaciones de citas o tratando de entender el cuidado de niños. Independientemente de sus desafíos actuales, nuestra serie Quarter Life tiene artículos para compartir en el chat grupal o simplemente para recordarle que no está solo.
Lea más de Quarter Life:
Nacido de la necesidad
Es probable que los jóvenes lo utilicen como una forma de adaptarse a las crecientes presiones financieras.
Por ejemplo, el saldo promedio de la deuda de préstamos federales para estudiantes en los Estados Unidos es de 37.574 dólares por prestatario, según la Iniciativa de Datos Educativos. La deuda estudiantil es una carga financiera importante que a menudo obliga a los adultos jóvenes a priorizar el pago de la deuda sobre el gasto discrecional.
La inflación también continúa erosionando el poder adquisitivo de la Generación Z. Si bien hay señales de alivio económico, como los recortes de las tasas de interés en Canadá, los efectos acumulativos de los altos precios continúan ejerciendo presión sobre los presupuestos de los jóvenes.
El núcleo del subconsumo representa una creciente conciencia y adaptación a estas realidades económicas, pero no es la única razón. Otro impulsor de la tendencia al subconsumo parece ser la conciencia ambiental.
Preocupaciones ambientales
El consumismo masivo ha creado importantes problemas ambientales, incluida la generación de grandes cantidades de residuos. En el desierto de Atacama de Chile, se estima que entre 11.000 y 59.000 toneladas de ropa usada se encuentran en un vertedero. Este es sólo un ejemplo de cómo el consumo excesivo está contaminando el medio ambiente.
Un informe de ThredUp, una plataforma en línea de reventa de artículos antiguos, encontró que el 65 por ciento de los encuestados de la Generación Z querían comprar de manera más sostenible. Sin embargo, un tercio se sintió “adicto a la moda rápida” y el 72 por ciento dijo que compraría moda rápida en 2022. De manera similar, investigadores de la Universidad Sheffield Hallam encontraron que el 90 por ciento de los estudiantes universitarios compraron moda rápida en 2022.
A pesar de esto, muchos de estos mismos consumidores están preocupados por la sostenibilidad y buscan activamente formas de ser más responsables. Nuestro estudio reciente encontró un cambio constante en las actitudes de los consumidores hacia las prácticas de sostenibilidad, especialmente en la moda. Este es particularmente el caso de la Generación Z, que depende en gran medida de las redes sociales para inspirarse en sus compras.
A medida que los consumidores más jóvenes se vuelven más conscientes del impacto ambiental de sus decisiones de compra, se sienten cada vez más atraídos por el contenido de moda sostenible.
Un hombre mira a través de una gran pila de ropa de segunda mano cerca del barrio La Mula en Alto Hospicio, Chile, el 13 de diciembre de 2021. Chile es un gran importador de ropa de segunda mano y los artículos no vendidos se arrojan allí. (Foto AP/Matías Delacroix)
Este cambio en la mentalidad del consumidor se alinea con el fenómeno cultural más amplio conocido como “efecto Marie Kondo”, que lleva el nombre del consultor organizacional japonés. Ella es una defensora de conservar únicamente las cosas que le aportan valor y alegría. La influencia de Kondo ha despertado un creciente interés por el consumo intencional.
Sin embargo, es importante señalar que, en algunos casos, los comportamientos de consumo sostenible pueden estar impulsados más por motivos egoístas que puramente altruistas. Al elegir consumir menos o más conscientemente, las personas más jóvenes pueden proyectar una imagen de consideración, responsabilidad y singularidad, cualidades que se valoran cada vez más en el panorama de las redes sociales.
Cómo ser un consumidor más saludable
Si está interesado en practicar hábitos de consumo más saludables, es importante comprender cómo puede mantener este estilo de vida a largo plazo. Hay dos estrategias principales que puede utilizar para hacer esto.
Primero, encuentre una manera de lograr un equilibrio entre frugalidad y calidad de vida para mantener su bienestar general. Las investigaciones sugieren que una combinación de gastos experienciales (como viajes) y compras materiales (como un nuevo teléfono inteligente) puede conducir a una mayor felicidad y satisfacción.
Si quieres practicar el subconsumo, no es necesario que abandones por completo las compras materiales en favor de las experiencias. Un enfoque reflexivo es clave. (Foto AP/Lindsey Wasson)
No abandones por completo las compras materiales en favor de las experiencias. En cambio, un enfoque reflexivo que incluya ambos tipos de gasto, aunque a un nivel general reducido, probablemente conducirá a mejores resultados. Este enfoque se centra más en el consumo consciente que en restricciones generales.
En segundo lugar, trate de concentrarse en mejorar sus conocimientos financieros. Comience por crear un presupuesto que garantice que se satisfagan las necesidades básicas y los gastos básicos. Trate de comprender los tipos de productos y soluciones financieras que se adaptan a sus necesidades particulares. Esto le ayudará a evitar el consumo excesivo y a tomar decisiones que respalden la estabilidad financiera a largo plazo.
Aquellos con mayor educación financiera están mejor equipados para seleccionar productos que se alineen con sus necesidades y valores, en lugar de ser víctimas de marketing agresivo o características innecesarias que pueden conducir a un consumo excesivo. Por ejemplo, es probable que los consumidores jóvenes gasten más en tarjetas de crédito que ofrecen recompensas atractivas, lo que genera un consumo excesivo y presupuestos ajustados a largo plazo.
Si bien la tendencia al subconsumo ofrece beneficios potenciales, es importante abordarla de manera equilibrada. Si bien es clave combinar hábitos de gasto saludables con conocimientos financieros, no debería tratarse de privaciones. En cambio, debe tomar decisiones informadas que se alineen con sus valores y objetivos personales. Si se hace correctamente, el subconsumo puede conducir a la estabilidad financiera y a un estilo de vida más decidido.