Ha pasado medio milenio desde que Miguel Ángel terminó de pintar la cavernosa Capilla Sixtina. Los expertos todavía están descubriendo simbolismos ocultos en toda su obra. ¿Su última revelación? Es posible que el maestro del Renacimiento haya incluido a una mujer que lucha contra el cáncer de mama, que normalmente se confunde con una enfermedad moderna. Ocho historiadores del arte y expertos médicos europeos han publicado un estudio en la revista The Breast sobre el uso del iconodiagnóstico, un campo interdisciplinario en ascenso que identifica condiciones médicas en obras de arte importantes.
“[Iconodiagnosis] “Puede enseñarnos sobre las enfermedades en la historia (y posiblemente su evolución y manejo en poblaciones históricas), pero también nos da una idea de cómo un ‘estado de enfermedad’ puede haber sido ‘utilizado’ como metáfora estilística en la antigüedad”, Andreas G. Nerlich me lo dijo en nombre de su equipo por correo electrónico.
Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina predominantemente entre 1508 y 1512. Sus esfuerzos se extienden por los techos y paredes de la Capilla, contando escenas del Antiguo Testamento de la Biblia. La figura en el centro del estudio de este mes proviene de “The Flood”, un panel en la segunda sección del techo. Esta parte muestra a personas huyendo a terrenos más altos y al Arca de Noé al inicio del diluvio punitivo de Dios.
La mujer en cuestión sólo lleva un pañuelo azul en la cabeza, lo que significa que está casada. Se agarra justo debajo del seno derecho, que presenta varios signos reveladores de cáncer de mama, como señalaron los expertos. Su areola no es visible y su pezón está fruncido, de una manera que el otro no. También surgen dos bultos. Uno es visible en el lado derecho del seno en cuestión, justo encima de un área de decoloración de tono naranja que parece ser “un efecto artístico más que una típica piel de naranja”, afirmó el estudio. El otro es visible justo antes de la axila, lo que indica que puede tener ganglios linfáticos inflamados, otro efecto secundario común.
¿Cómo localizó exactamente este equipo anomalías tan diminutas en toda la historia del arte, y mucho menos en las 300 figuras de la Capilla Sixtina? Nerlich dijo que han analizado minuciosamente numerosas obras maestras en busca de evidencia indocumentada de enfermedad. “Como sabemos que varios artistas estaban interesados en la anatomía humana, como Miguel Ángel, su trabajo es de particular interés”, añadió.
En su estudio, el equipo de Nerlich postuló que Miguel Ángel pintó esta condición particular no por accidente, sino con un propósito simbólico. Observaron que otras mujeres en toda la Capilla Sixtina, tanto jóvenes como mayores, tenían senos sanos. Además, el dedo derecho de esta mujer apunta hacia el suelo, lo que tal vez signifique conciencia de su destino.
Algunos podrían sostener que esta cifra es demasiado joven para tener cáncer de mama, ya que el 85 por ciento de los casos hoy ocurren en mujeres mayores de 50 años. A esto, este estudio respondió que “aplicar datos modernos al período del Renacimiento no es del todo exacto”.
Al personaje de la posterior escultura de Miguel Ángel, La Noche (1524-1534), le diagnosticaron cáncer de mama hace décadas y le prescribieron un mensaje sobre la inevitabilidad de la muerte. El hallazgo contradice la interpretación tradicional de los senos como símbolos femeninos de crianza y demuestra que, como la mayoría de sus compañeros, Miguel Ángel era consciente del cáncer. En comparación, el equipo de Nerlich cree que Miguel Ángel pretendía retratar a la mujer de “El Diluvio” sufriendo un castigo. Basándose en algunas de las otras figuras arquetípicas cercanas, ella puede incluso encarnar el pecado mortal de la lujuria.
Ahora que han publicado sus resultados, este equipo continuará recorriendo la historia del arte en busca de más oportunidades para practicar el iconodiagnóstico.