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CHICAGO — Hace noventa y cinco años, majestuosos palacios cinematográficos adornaban los vecindarios de Chicago. Ambos eran hermosos y elaborados, y muchos tenían órganos y organistas magníficos, lo que hacía que ir al cine fuera una experiencia mágica.

Esta historia captura el espíritu del Music Box Theatre de Chicago, que presenta películas clásicas en 70 y 30 mm, estrenos independientes y algo que prácticamente ha desaparecido en la noche de los tiempos: órganos y organistas de teatro.

The Music Box es un hito histórico, ubicado en el vecindario North Side Lakeview de Chicago. Como proclamó uno de los directores del teatro, Music Box es especial porque “es una especie de lugar de encuentro entre lo antiguo y lo nuevo”, y su organista, Dennis Scott, “es el ejemplo por excelencia de lo que sucede aquí”.

Scott habla del público que visita el teatro año tras año para cantar juntos en Navidad y de su socio, que ayudó a recablear el órgano de 1929.

Cada fin de semana, antes de que comience una película y se levante el telón, el público de Music Box recibe un verdadero placer: música de órgano tocada en vivo por Scott.

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Scott toca de todo, desde “White Christmas” hasta “The Sound of Music”.

Cuando se proyectó la película “Dune: Part Two”, con todas sus escenas desérticas, Scott interpretó en broma “Mr. Sandman” y, según la gerencia, “la audiencia simplemente se volvió loca”.

El gerente general Ryan Oestreich recuerda que algunos creen que un gerente de antaño, llamado Whitey, todavía ronda las instalaciones.

Scott se pregunta si Whitey juega un papel en empujar a los miembros de la audiencia a pedir “Moon River”, que según Scott es su canción más solicitada.

La historia ofrece una idea de por qué la joya de 95 años sigue brillando intensamente.