La reseña del libro de hoy es de The Righteous Mind de Jonathan Haidt.
El tribalismo domina nuestra política. La gente rápidamente condena al otro lado y elogia al suyo. ¿Pero es realmente cierto que sólo una de las partes tiene el monopolio de la sabiduría y la virtud?
No me parece.
Tampoco Jonathan Haidt, autor de The Righteous Mind. En este importante libro, Haidt explica por qué y cómo la naturaleza humana está detrás de las percepciones erróneas que impulsan el tribalismo. Hay varios temas clave.
En primer lugar, Haidt explica que “la mente humana es un procesador de historias, no un procesador lógico”. Los humanos toman pruebas y datos discretos y construyen historias coherentes con ellos. En el proceso, llenamos los espacios en blanco con nuestros propios prejuicios y creencias preexistentes.
Estas narrativas falsas pueden variar desde sutiles percepciones erróneas hasta conspiraciones escandalosas. Son muy comunes entre personas de todas las tendencias políticas.
Y en segundo lugar, la moralidad impulsa muchas batallas políticas. Según Haidt, “la moral ata y ciega. Nos une en equipos ideológicos que luchan entre sí como si el destino del mundo dependiera de que nuestro lado gane cada batalla. Nos ciega ante el hecho de que cada equipo está compuesto por buenas personas que tienen algo importante que decir”.
Si mantienes la calma y escuchas a la otra parte, a menudo podrás aprender algo. No todos son tan malos como sus peores elementos. Su tribu tampoco es tan universalmente virtuosa como cree.
Haidt tiene razón: la mente humana es una máquina justa. No está diseñado para pensar racionalmente. Hacerlo requiere esfuerzo y un fuerte deseo de ser preciso en lugar de ser simplemente otro miembro leal de su tribu.
A medida que las elecciones presidenciales llegan a su fin y el fervor tribal se intensifica, este libro es más relevante que nunca.