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Yibuti es famoso por sus delicados textiles multicolores, con los que se fabrican prendas parecidas a pareos llamadas futa. Estas prendas se venden en el colorido mercado central de la capital.

La cocina de Djibouti mezcla influencias africanas y francesas para producir comidas que pueden incluir cordero asado con una delicada salsa de yogur, guiso de lentejas, pan plano y ensalada de pepino, servidos con agua mineral y jugo de frutas. El zoco (mercado) de la ciudad de Djibouti es famoso por su pescado picante al horno. La capital también alberga varios restaurantes vietnamitas, chinos y libaneses de alta calidad, lo que la convierte en un destino algo remoto pero fascinante para los golosos.

La población musulmana predominante de Djibouti celebra las fiestas y días festivos musulmanes, incluido ʿĪd al-Fiṭr, que marca el final del Ramadán, y ʿĪd al-Aḍḥā, que marca la culminación del hajj. Además de estos, otros días festivos importantes del país incluyen el Día de la Independencia, que se celebra el 27 de junio.

Las instituciones artísticas y culturales.

Entre los estudiantes de literatura, Djibouti es mejor conocido por haber sido el hogar del poeta francés Arthur Rimbaud, quien vivió en Djibouti durante varios años. Rimbaud da su nombre a un centro cultural que alberga una pequeña biblioteca y un museo, en cuyo marco se celebra anualmente un festival de música. Este festival atrae a artistas de todo el país y las grabaciones en vivo de los actos principales han resultado populares entre el público internacional. Entre los artistas más conocidos se encuentran Soukouss Vibration Band, Dinkara, Aïdarous, Père Robert y Passengers, este último un grupo rastafari que interpreta melodías de reggae de Bob Marley y otros artistas jamaicanos, con letras traducidas al idioma somalí. El gobierno patrocina varias organizaciones dedicadas a la preservación de la cultura y la danza tradicionales.

Deportes y recreación

El atletismo es un componente importante de la sociedad de Djibouti. El deporte más popular en Yibuti es la carrera, y durante la década de 1980 los corredores yibutianos disfrutaron de un éxito considerable. Ahmed Salah, el maratonista más destacado de Djibouti, ganó varios eventos internacionales, incluido el primer campeonato mundial de maratón en 1985.

El fútbol ha sido popular durante mucho tiempo como deporte para espectadores. El equipo nacional de Djibouti participó en su primera competición internacional en 1998. El tenis está ganando seguidores, aunque el acceso a las canchas y al equipamiento sigue siendo limitado. La petanca también es muy popular. Similar a la pelota de bocci, el juego presenta jugadores que se turnan para hacer rodar una pelota lo más cerca posible de la pelota objetivo. Todas las noches, en la ciudad, grupos de yibutianos juegan a la petanca bajo las farolas. Otros deportes favoritos en Yibuti son el voleibol, el balonmano, el baloncesto y el judo. El voleibol y el balonmano tienen ligas activas, pero el baloncesto está menos organizado, en gran parte debido a la falta de canchas adecuadas.

Yibuti hizo su primera aparición olímpica en los Juegos de Verano de 1984 en Los Ángeles. Sus corredores han tenido buenas actuaciones y, en los Juegos de Verano de 1988 en Seúl, Salah ganó la primera medalla del país, un bronce en el maratón masculino.

Medios y publicaciones

La única empresa de radiodifusión y televisión de Djibouti, que ofrece programación en francés, árabe, afar y somalí, es estatal, al igual que el diario en francés La Nation. Las publicaciones independientes incluyen La Renouveau y La République, ambas semanarios.

Catherine C. Cutbill Peter J. Schraeder